La zona de confort

Hace unos días que "volví al cole".

Este año he comenzado el 5º curso de la E.O.I., bueno, en realidad es 1º de Avanzado por esto que se divide en bloques y tal... pero para que nos entendamos empiezo 5º. Quinto. QUINTO. 

En mi puñetera vida había estudiado yo cinco años seguidos una materia. 

Pero es que en realidad llevo estos cinco años haciendo cosas que no había hecho en mi puñetera vida. Y sobre todo llevo estos cinco años echándole coraje, o como diría un coach de esos "saliendo de mi zona de confort".

Por circunstancias (...) he asistido a infinidad de charlas comecocos motivacionales. Por eso, siempre que veo un coach de esos imagino que debe tener un vidorrio que lo flipas porque, sí amigo, "haz lo que yo te diga porque sé de lo que hablo, porque yo dejé un puesto de alto ejecutivo en una multinacional donde cobraba una pastizal, pero qué... sí amigos, estaba forradísimo pero no me hacía feliz, por eso lo dejé todo para irme a donde Cristo perdió la boina a comer cocos dar charlas a pringados emprendedores para que terminen tan quemados como yo y terminen haciéndose coachs." Por eso entiendo que un coach debe ser la persona más feliz del mundo, pobre como una rata pero feliz. 

Claro que sí (guapi)

Pero dejando a un lado mis opiniones sobre los coach y sus derivados, el término "salir de tu zona de confort" me resulta tan pretencioso como quienes lo resoban. 

Salir de tu zona de confort no es sólo irte de mochilero a recorrer la India, o a Alemania sin saber el idioma y con 50 euros en el bolsillo. Tampoco es abandonar un puesto de funcionario para cultivar tomates ecológicos. No sólo son todas estos conceptos que resultan tan modernos. 

Para mi, el salir de tu zona de confort es mucho más simple, por eso lo resumo en dos palabras: "Echarle coraje"

Echarle coraje es empezar de cero una o mil veces. Es saber reinventarte y no hundirte cuando te quedas en paro y tienes que lanzarte a la jungla del Infojobs. El no decaer ante decenas de rechazos. El estar siempre actualizado. El no bajar la guardia. El volver a estudiar y sacar buenas notas cuando tienes mil cosas en la cabeza. La fuerza de voluntad para seguir esa dieta. La disciplina para hacer un deporte cuando lo que te apetece de verdad es tirarte al sofá. El abandonar malos hábitos como dejar de fumar o tomar azúcar. El alejarte de gente que te hace mal aunque sepas que te quedas solo y sobre todo aprender a socializar cuando tu única compañía era esa persona que te hacía mal. El primer día de cole de los niños. Asumir un mal diagnóstico. Acostumbrarte a la ausencia de un ser querido que se fue. Un traslado. Una mudanza. Una nueva convivencia. ... ... ... 

Salimos de nuestra zona de confort muchas más veces de las que pensamos a lo largo de la vida, aunque no seamos conscientes de ello. 

Porque son esos pequeños retos de los que se compone la vida. 

Y de tu capacidad de superarlos todos.

Amigos, eso es coraje.

Y no te lo dice un coach. Te lo digo yo, Ana, que soy una tipa tan normal como tú, con una vida tan puñetera como la tuya.

Buenas noches y feliz semana.












Comentarios

  1. Prefiero no darte mi opinión de los Coach !!! Solo que no los aguato.
    Sobre lo de salir de la zona de confort , yo he tenido qué salir muchas veces unas porque he querido y otras no , por ejemplo deje en 2005,una empresa donde estaba muy muy cómodo y común buen sueldo para montar mi propia empresa.

    Buenas noches guapa!!

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