A veces me pregunto...

Las jornadas laborales en mi oficinas, además de productivas son terapéuticas. Y es que parece que mis dos compañeros y yo estábamos destinados a encontrarnos en la vida, porque, no sé si os habrá pasado a vosotros, tener compañeros de trabajo a los que puedas considerar amigos no siempre es fácil.

Las jornadas laborales son terapéuticas porque durante las nueve largas horas que pasamos en nuestro multipuesto, nos da tiempo -además de trabajar- a desahogarnos, a aconsejarnos, a reírnos, a frivolizar y a abrir nuestros corazones.

Por eso, mi compañera (aka. MiN) se conoce al dedillo mis aventuras y desventuras de los últimos meses. Y sobre todo, sabe lo feliz e infeliz que fui después de la Bomba Nuclear (aka. BN, que os contaba en el post anterior). A la pbre MiN le he pegado la chapa de tal manera sobre BN que le ha cogido hasta manía. Y ha terminado hasta el moño de que siempre que ella me habla de cualquiera de sus historias, yo termine hablándole de él. Y BN parriba y BN pabajo. 

Lo que yo ya no sé es que si en verdad esta historia me ha impactado tanto por que realmente lo merezca o si en realidad es pura idealización.

No lo sé y nunca lo sabré.

Lo que sí que es cierto es que a veces me pregunto si BN se acuerda de mi tanto como me acuerdo yo de él. Y me parece superinjusto que haya gastado tantas energías en pensar en él y en hablar horas y horas y horas a la pobre MiN de él cuando yo al fin y al cabo... sólo seré una más. 

Pero no son sólo los "amoríos" lo que me inquieta. 

En general, me pregunto si la gente a la que yo he considerado importante en algún momento de mi vida se sigue acordando de mi. Porque, en general, me parece muy injusto que haya gente que pasa por tu vida dejando huella pero no rastro. 

Porque, llamadme loca, pero tengo la mala costumbre de tomarme bastante en serio a la gente que se acerca a mi. Por eso, me resulta muy decepcionante el comprobar que el resto no lo haga conmigo. Y la decepción, amigos, es de los peores sentimientos. 

Ese chico del que te enamoraste locamente pero él de ti no, aquella que fue tu mejor amiga tanto como si fuera una hermana, aquel jefe al que le sacaste las castañas del fuego mil veces... Todos aquellos por los que un día te hubieras cortado una mano y que desaparecieron de un día para otro.

Todos aquellos por los que a veces me pregunto si se acordarán de mi tanto como yo de ellos.


Comentarios

  1. Seguro que se acuerdan de ti , personalmente no tengo el placer de conocerte , pero tu no eres indiferente seguro. ��

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